
🏴 Comience su viaje en Propriano, en dirección a la rotonda de Santa Giulia, e incorpórese a Viggianello por la D19.
El tiempo estimado entre cada pueblo es de unos 10 minutos en coche.
🏴 Comience su viaje en Propriano, en dirección a la rotonda de Santa Giulia, e incorpórese a Viggianello por la D19.
El tiempo estimado entre cada pueblo es de unos 10 minutos en coche.
Este pequeño pueblo de las afueras de Propriano se asoma al magnífico golfo de Valinco como un balcón sobre el mar Mediterráneo. Viggianello es famoso por sus casas de piedra tallada frente a un panorama espectacular, que ofrece vistas ininterrumpidas de las montañas y el mar. Es el lugar perfecto para tomarse un momento de relax y disfrutar de la belleza natural del Sartenais Valinco Taravo.
Continuando, llegará a Arbellara, un pueblo encaramado entre dos valles, cargado de historia. Su carácter auténtico se revela en las calles empinadas y las casas de granito que dan testimonio de siglos de historia de Córcega, marcada por las invasiones bárbaras de 1583. No se pierda la famosa torre cuadrada: esta antigua casa de tres pisos, construida como defensa contra los saqueos, conserva aún aspilleras visibles en sus muros. Arbellara es el lugar ideal para los amantes de la historia y la arquitectura militar.
Continúe su viaje hacia Fozzano, un pintoresco pueblo con un carácter muy especial. Fozzano es un lugar donde las piedras cuentan leyendas y cada rincón es testigo de su tumultuoso pasado. Descubra los imponentes muros de granito de las casas fortificadas, recuerdo de una trágica venganza entre dos familias corsas. Paseando por sus callejuelas, descubrirá también la historia de Colomba, la famosa heroína de la novela de Prosper Mérimée, nacida en este pueblo. Aproveche la ocasión para conocer a Jeff, el último fabricante de pipas que queda en Córcega, y sumérjase en el fascinante mundo de la artesanía tradicional corsa.
Tome la carretera de vuelta a Sainte-Marie-Figaniella, un pueblo enclavado en las alturas de Baracci. Rodeada de montañas y bosques, esta pequeña aldea ofrece un remanso de calma y serenidad, lejos del bullicio de las grandes ciudades. Explore la iglesia románica del siglo XII, una joya arquitectónica que atestigua la rica historia de Córcega. A continuación, atraviese el bosque estatal de Vadde Mala para llegar a la aldea de Burgo, un lugar donde la naturaleza parece fundirse en un espectacular telón de fondo. Los majestuosos árboles, mezclados con las rocas ocres, crean un paisaje impresionante a cada paso. Es el lugar perfecto para una excursión por la naturaleza, donde el aire puro y la belleza del entorno le cautivarán.
Para cerrar con broche de oro este viaje, es imprescindible hacer una parada en las termas de Baracci. Estas aguas sulfurosas, de propiedades relajantes, se conocen desde la antigüedad y son ideales para un momento de relax.