Enclavado en el corazón del valle del Taravo, Argiusta-Moriccio es un pequeño pueblo corso lleno de encanto, donde el tiempo parece fluir al ritmo de la naturaleza. Rodeado de bosques de castaños y encaramado en la ladera de una colina, este pueblo típico ofrece un panorama excepcional del relieve circundante y encarna a la perfección el alma auténtica del interior de Córcega.
Compuesto por dos aldeas -Argiusta y Moriccio-, el pueblo cautiva por sus casas de piedra, sus callejuelas estrechas y su ambiente sereno. En Argiusta, no se pierda la iglesia de San Sebastianu, un edificio del siglo XVIII que atestigua el fervor religioso local. El pequeño patrimonio rural también está bien representado con fuentes, hornos de pan y apriscos tradicionales, símbolos de la vida pastoril de antaño.
Argiusta-Moriccio es la escapada perfecta para quienes buscan autenticidad, tranquilidad y contacto con una Córcega auténtica y virgen. Un punto de partida ideal para descubrir el corazón palpitante de la región de Taravo, con su naturaleza generosa, sus tradiciones vivas y su hospitalidad sincera.
Para los amantes de la naturaleza y de las tradiciones vivas, Argiusta-Moriccio es el lugar ideal.