Casalabriva ofrece un ambiente cálido y atemporal: casas de granito, callejuelas llenas de flores, fuentes antiguas y una iglesia dedicada a Saint-Michel, testigos del rico pasado religioso y cultural del pueblo. Aquí, el tiempo parece haberse detenido, y cada paseo es una invitación a la contemplación y al encuentro con las tradiciones corsas. Trasladado a finales del siglo XVI, el pueblo de Casalabriva se sitúa actualmente en la RT 40 con vistas a magníficos paisajes.
🏛️ Qué ver en Casalabriva:
- Iglesia de Saint-Michel (1873-1883) con campanario piramidal y tabernáculo catalogado, visita obligada por su arquitectura de granito y su carácter histórico. Clasificada como monumento histórico. Monumento histórico de Córcega.
- Las ruinas del antiguo pueblo, a 15 minutos a pie, ilustran las luchas entre corsos y genoveses en el siglo XVI.
- Senderos naturales para explorar el valle circundante y llegar al Pont de Calzola, un notable puente genovés. En la carretera D302, que se une al Taravo, encontrará «le moulin de Calzola», ahora una posada. Kasalabriva es un pueblo típicamente corso, que combina patrimonio histórico, naturaleza salvaje, ambiente sereno y autenticidad rural. Idealmente situado para explorar el Taravo, su senderismo, tradiciones artesanales y paisajes vírgenes.