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©04 Arbellara|Sebastien Leroy
Visita Arbellaraencanto y autenticidad

Arbellara

Descubra el interior del golfo de Valinco y, en particular, el pueblo de Arbellara: una meca del patrimonio corso donde la historia de Córcega ha dejado su huella. Encaramado en las alturas de la región de Sartenais Valinco Taravo, a pocos kilómetros de Propriano, el pueblo de Arbellara es una auténtica pepita de oro para los amantes de la naturaleza, el patrimonio y la autenticidad. Esta encantadora aldea es típicamente corsa, con sus tranquilas y pintorescas calles, sus casas antiguas y su torre.

Cómo llegar

Historia y terruño

Pintoresco pueblo corso

du Sartenais Valinco Taravo

Arbellara, en la región de Valinco, al sur de Córcega, es un encantador pueblecito encaramado a 300 metros sobre el nivel del mar, a pocos minutos de Propriano y de las playas de la costa oeste. Esta antigua aldea de granito es una invitación al descanso y al descubrimiento, entre panoramas espectaculares, piedras antiguas y tradiciones isleñas vivas.

Paseando por las callejuelas de Arbellara, descubrirá casas tradicionales corsas, una iglesia dedicada a San Sebastián, fuentes antiguas y un ambiente tranquilo, lejos del bullicio del turismo. Aquí, el tiempo parece haberse detenido, y las impresionantes vistas sobre el valle de Rizzanese completan el cuadro.

A medida que pasee, podrá descubrir las torres con aspilleras de granito. Le recordarán las invasiones bárbaras del siglo XVI. Más tarde se convirtieron en viviendas.

La torre cuadrada

A Turra

El mayor interés del pueblo de Arbellara es su torre cuadrada. Conocida como la Turra, es una antigua casa-torre de tres plantas que data de la Edad Media, construida en piedra de granito y rematada con almenas dominantes.

Fue erigida por notables de la localidad para resguardar a los habitantes en momentos de peligro, sobre todo en una época en la que las incursiones bárbaras eran frecuentes.

Esta torre desempeñó un papel crucial en 1583, cuando el pueblo fue saqueado por piratas turcos dirigidos por Mammi Lungo: los habitantes se refugiaron allí, pero un incendio accidental provocado en el depósito de pólvora les obligó a rendirse. La tragedia se cobró un centenar de víctimas, entre muertos y capturados, obligando a algunos a suicidarse antes que ser capturados. La aldea quedó parcialmente desierta durante un tiempo.

Sigue siendo hoy en día un fuerte símbolo de la identidad histórica de la aldea y forma parte integrante de su encanto patrimonial.

El puente genovés

El territorio del municipio se extiende hasta el río Rizzanese, donde se alza el puente genovés de Spin’ a Cavaddu (monumento histórico corso). Es testigo de una época en la que pasaba por aquí una carretera que venía de Sartène. Está prohibido bañarse aquí, pero puede detenerse para tomar una hermosa foto.